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Descripción y biología

El Cervus elaphus corsicanus tiene características morfológicas que derivan da su adaptamiento a condiciónes de insularidad y que lo distinguen de su especie nominal europea.
Las dimensiones de su cuerpo son inferiores a las del ciervo europeo.
El macho tiene un peso máximo de 130 kg y una altura de la cruz de 100 cm, en cambio la hembra no supera los 70-80 kg de peso y los 80 cm de altura.
Su cuerpo es suelto y elegante con un tronco álargado, hombros redondeos y muscolosos, pecho ancho y grupa recta.
El cuello es largo y sutil, la cabeza tiene forma triangular y acaba con un hocico duro. Las orejas son muy grandes, los ojos ovales, grandes y expresivos. Los conductos lacrimales secretan un líquido oleoso y oloroso que sirve para marcar el territorio. La extremidades son cortas pero muy fuertes.
El pelo es liso, tupido y cerdoso, el es más oscuro de el del ciervo rojo. En el verano está pardo y rojizo, en invierno más oscuro y gris; el tiene una estriación negruzca que empieza en la cabeza y sigue hasta la cola. La muta ocurre dos veces al año, en primavera y en otoño.
Las astas, o cuernos, son presentes solo en el macho. Cada asta tiene un largo de 70 cm y un peso de 1 kg y 4 o 6 ramificaciónes. Ellas se renovan entre febrero y marzo y después crecen de nuevo hasta julio. Las astas de los ciervos están cubiertas de una textura parecida al terciopelo llamado “borra”, que contienen numerosos vasos sanguíneos para nutrir al hueso. Cuando esta borra cae, animales carnívoros se encargan de consumirla, ya que contiene alto valor nutricional.
Los ciervos son herbívoros y poseen tres cámaras adicionales o falsos estómagos como todos los rumiantes, donde se lleva a cabo la fermentación de las bacterias. Optan mayormente por pequeños arbustos y hojas.
El ciervo es una especie polígama. La temporada de reproducción comienza a finales de otoño y principios de invierno. El período de gestación varía de 180 a 240 días y pueden nacer de uno a dos cervatillos que son cuidados generalmente por la madre, con quien permanecen alrededor de un año.
A veces se forman manadas de hembras (10-12) guiados por la hembra más vieja; los machos de más de dos años se agregan en pequeños grupos en los que domina el macho más fuerte.